Tuesday, November 30, 2010
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Monday, November 29, 2010
Sunday, November 28, 2010
Friday, November 26, 2010
Monday, November 15, 2010
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Erase una vez en un reino muy muy lejano y como mucho mucho lagggg llamado SL, vivía una preciosa princesa con más títulos que la Duquesa de Alba. Esta princesita tenía un problema, cómo conseguir que todos sus títulos se pudiesen escribir en su tarjeta de visitas. El tema era complicado, puesto que ostentaba nada más y nada menos que 312 títulos, Princesa de la Sonrisa, Emperatriz del Rizo, Reina de las Muyayas, Emperadora de la Dulzura, Capitana Generala de la Belleza, Presidenta de la Simpatía, Primera Ministra del Amore, Administradora de la Alegría, Cajera de las Risas, Representante Oficial de la 95..., en fin, así hasta 312 títulos nobiliarios de alta alcurnia acumulados con gran mérito. Lo intentó con el Power Point, con el Word, pero no había forma, la tarjeta de visita parecía una pancarta de una manifestación. Un día mirándose al espejo mientras intentaba arrancarse un díscolo pelo de su ceja derecha, pensó, "¿Pero para qué quiero tantos títulos si realmente yo soy yo y mis circunstancias?". Terminó de segar la vida del pelito y decidió en ese momento que a partir de ahora se llamaría Nat, la Princesa Nat. Cuando fue a registrar su nombre en la Oficina de Patentes y Marcas del Reino, le querían poner Naz para hacer la competencia a Letizia, pero ella fue fiel a su decisión ante el real espejo. Todos los habitantes del Reino fueron convocados a un multitudinario botellón para celebrar que la Princesa Nat se asomaba al mundo con su nuevo look nominativo.
Los días pasaban y la Princesa Nat vivía muy tranquila en SL. Comía ensaladas e intentaba que todos se pusieran bañador en La Tejita. Un lejano día de noviembre, llegó a su reino un misterioso caballero cabalgando un Burris Ibericus con denominación de origen Corona de Aragón. Nada lo había visto nunca por allí. Este caballero instaló un puesto ambulante de sonrisas en la puerta del castillo. El puesto tenía un vistoso letrero de neón en el cual se podía leer: "La Boutique Sonriente" y ahí se podía encontrar todo tipo de sonrisas, verticales, horizontales, cómplices, dulces, amargas, saladas, individuales, para compartir... El negocio le duró poco al forastero, puesto que al cuarto de hora, una inesperada redada contra el top manta hizo que sus huesos terminasen en el calabozo.
Entre tinieblas, el caballero canturreaba una vieja canción propagada a los 4 vientos por los juglares desde tiempos inmemoriales: “Tengo un carromato amarillo, que es lo que se lleva ahoraaaaa...”. Las horas pasaban y el aburrimiento hacía mella en él. "A Dios pongo por testigo que jamás volveré a ser vendedor ambulante, esto es desesperante", repetía una y otra vez. Finalmente la puerta del calabozo se abrió, era la Guardia Civil, digo, la Guardia Real que venía a buscarlo. "¿Pero qué hace desnudo?", le preguntó el Teniente. "Ya que no tenéis la PlayStation, he estado jugando al strip poker con los ratones y he perdido, aunque seguro que me han hecho trampas, son unas ratas", contestó el vendedor. Los guardias tuvieron que ir corriendo al Zara más próximo para traerle unos ropajes, no se podía presentar en pelotillas ante el tribunal. Además, si iba desnudo corría el riesgo de que fuera también denunciado por antenista ilegal (Si no entiendes este comentario satírico, espérame a la salida y te lo demuestro...).
El humilde vendedor fue presentado ante la princesa Nat que, como siempre, estaba muy hermosa. Era tan bella que a fin de mes tenía que pagar un impuesto especial por exceso de belleza por centímetro cuadrado. La princesa, con su voz dulce y chicharrera se dirigió al vendedor: "¿Cómo te llamas?". Con voz temblorosa éste respondió: "Alteza, me llamo Yop, soy comercial de la empresa Rodicio Venta a Domicilio, S.L.". ¿Cómo has osado instalar un puesto de venta ambulante sin licencia?, inquirió la princesa. "Ohh, bella princesa, es que la tengo tiesa, digoooo, estoy tieso, por eso me han hecho preso". "¿Acaso no sabes que fuera de temporada sólo se pueden instalar puestos de churros?", volvió a preguntar su Alteza. Yop, intentando encontrar una salida de emergencia que le permitiese conservar la cabeza sobre los hombros, contestó: "Pero yo no puedo vender churros, sólo entiendo de burros". La princesa con gesto mosqueado comentó: "Mmmm, encima el nene nos ha salido rimador, pues bien, sólo una buena rima te puede salvar de tu condena, hazme un poema que consiga hacer sombra al Cantar de Mío Cid y que sea recordado al menos hasta el 2.016, cuando Zaragoza sea nombrada capital Europea de la cultura (Aprovecho para meter la cuña). Si me gusta, te librarás de tu castigo, una lucha en el barro con Falete.
Yop no tenía otra opción, debía convertirse en juglar en menos de 30 segundos. Intentando recordar el curso de “Rimas de Hoguera para un buen Boy Scout” que hizo en C.C.C. hace unos años, cogió el arpa y el piano Casio y comenzó su poema:
"Ohhh, bella y dulce princesa, nada me place más que ser su presa. Se que la rima con fresa la podía haber hecho, pero yo elijo puesto que estoy en mi derecho. Estoy muy contento de terminar en su calabozo, lo celebro con enorme alborozo. He tenido oportunidad de conocerla de cerca, para nada me parece terca. Su belleza es insuperable, desborda todo lo imaginable. Desde el primer momento que la he contemplado, de su hermosura he quedado prendado. Ya puedo morir tranquilo, incluso quedarme en vilo. A mis ojos ha hecho sonreír, no cómo el poema concluir. Todo lo que diga de usted es poco, es preciosa hasta con un moco. Dios cuando la fabricó no se arrepintió, aunque por mucho que lo intentó jamás la repitió. Es imposible volver a crear tanta hermosura, da mil vueltas a Santiago Segura. Es preciosa hasta vestida, qué pena que no sea una pervertida. Si imaginar es pecado, al infierno estoy condenado. Ahora mismo la tengo en mi mente, mmm, me está poniendo muy caliente. En el sabor de sus labios pienso, tienen que ser de un dulce intenso. La amaría hasta el amanecer, por usted podría perecer. A su lado sería tan dichoso, ¿le he dicho que tiene un pecho precioso?. Bajo su escote se marcan unos carnosos pezones, voy apuntando todas sus razones. Perdóneme la multa, hoy en día hasta a las mulas se indulta. Desmontaré mi puesto ambulante, intentaré de otra forma salir adelante. Imploro su perdón, se que he sido un poco pendón. Intentaré encontrar en una fábrica un puesto, aunque sea fabricando algún repuesto. Le pido mil perdones, me vuelvo a fijar en sus pezones. Lo siento pero de usted mi vista no puedo retirar, algo debajo de mi calzón se va a irritar. Ante su alteza me arrodillo, joer que suelo más durillo. Su mano beso y le suplico dejar de estar preso. No quiero volver a la mazmorra, me han sacudido con la porra. El poema estoy terminando, espero que me esté perdonando. Si con la cárcel me sigue amenazando, terminaré el poema cantando. Ohhh Princesa Nat le amo con todo mi Ser, también con mi Onda Cero. Esto no rima, pero tampoco da grima. Cierro los ojos con desespero, le pido perdón siendo sincero. A sus pies me entrego, qué olorcillo a queso Manchego. No tengo hijos ni esposa, nadie puede haber tan hermosa. Si me libera ser bueno puedo prometerle, no le confieso lo que me apetecería meterle. La licencia solicitaré, por triplicado la documentación entregaré. Sin que me sonríe no me puedo marchar, mi pantalón tendré que ensanchar. Su sonrisa en mí tiene un efecto, es que me lo pone todo erecto. El poema voy terminando, que me va a estar 3 días arreando. Con amor y cariño, quiero ser su niño".
Cuenta la leyenda y los testigos oculares que la Princesa Nat quedó encantada con este poema y que se lanzó sobre el vendedor ambulante fundiéndose en un largo, profundo e intenso beso, y vivieron felices y comieron perdices con jamón de Guijuelo. Aunque claro, también hay otra versión, cuentan que tras oír esto, el vendedor fue despellejado y convertido en ternera agridulce para un restaurante chino... No obstante por SL hay rumores de que esta leyenda está basado en hechos reales y que la Princesa Nat y Yop viven felices en algún lugar de SL. No tienen un coche descapotable de Barbie y Ken, pero el amor, el respeto y el cariño valen mucho más. Salúdales de mi parte si lo ves en SL...
Moraleja: Si eres vendedor ambulante y no tienes licencia, no te preocupes, puedes conocer a una princesa.
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Thursday, November 4, 2010
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Wednesday, November 3, 2010
El Teleoperador Aja, una historia de terror telefónico
La avería cibernética de Nat, quiero decir, del módem de Nat, porque ella sigue estando igual de buena, buenísima y le funciona todo a la perfección, mmmm, jaja, me ha hecho recordar mis mil y una aventuras con mi proveedor de Internet de cuyo nombre no se si acordarme O NO. Ayss, recuerdo esas tardes de primavera, verano, otoño e invierno pegado al teléfono escuchando una impertinente y anodina melodía interrumpida de vez en cuando por una voz enlatada que te decía: "Todos nuestros operadores están ocupados, permanezca a la espera". En esos momentos piensas, pues nada, a fin de mes cuando llegue el cargo en el banco también diré: "Mi saldo está ocupado, permanezca a la espera". Una vez que esa música taladradora e infernal cesa y escuchas al otro lado una voz que con tono de caja central del Mercadona te dice: "Le atienda Nuria, ¿en qué puedo ayudarle", el cielo se ilumina, por fin lo he conseguido. En esos instantes eres el hombre más afortunado del mundo, casi te dan ganas de abrazar a Nuria y a su abuelo.
No obstante, no es oro todo lo que reluce. Tras 10 minutos de espera, 3 Euros gastados y un incipiente dolor de oído, te encuentras con que te coge la llamada el teleoperador Aja. Comprendo el trabajo de los teleoperadores, horas y horas atendiendo llamadas de personas que normalmente están cabreadas y que pagan con ellos los malos rollos que han tenido durante el día. De hecho creo que hay "profesionales de la queja", usan al teleoperador como psicólogo y vuelcan sobre él su síndrome bipolar o sus paranoias. Desde aquí mi respeto y admiración por los teleoperadores/as, excepto para uno. Sí, hay uno que no se merece este homenaje, su nombre es Teleoperador Aja. Ten mucho cuidado si te encuentras con él, se conocen casos de gente que se ha ahorcado con el cable del teléfono tras haber hablado con Aja. Otros, han salido corriendo desesperados buscando una tienda Jazztel u Orange. Con su ritmo pausado y sosegado y sus preguntas laberínticas, es capaz de hacer perder los nervios hasta al mismísimo Dalái Lama. De hecho, está documentado que el Señor Miyagui tras hablar con él, cambió el entrenamiento de Daniel y en lugar de decirle, "dar cera, pulir cera", pasó a entrenarle diciéndole, "culo, dar por culo". Si Aja fuese policía, con su técnica lograría que uno confesase hasta que ha intentando asesinar al Pato Donald. Es un ser complejo, insistente, anaeróbico, ya que no necesita oxígeno para vivir, se alimenta con el caos y la desesperación.
Por desgracia me encontré teléfono a teléfono con él. Fue una de mis primeras experiencias telefónicas con ese operador de Internet del cual, no se si decirte el nombre O NO. Te voy a contar la charla que tuve con él. Fue una experiencia terrorífica, pero gracias a que cuando repartieron la paciencia estaba en primera fila, pude sobrevivir sin secuelas psicológicas. Espero que nunca te cruces con él, tu vida no volverá a ser la misma.
Teleoperador Aja: Hola buenos días, le atiende Carlos, ¿en qué puedo ayudarle?.
Yop: Buenas tardes.
Teleoperador Aja: Aja, perdone, buenas tardes.
Yop: El módem no responde y no me puedo conectar a Internet.
Teleoperador Aja: ¿Desde qué ciudad llama?
Yop: Zaragoza.
Teleoperador Aja: Déjeme que lo compruebe.... Tras 3 minutos escuchando de nuevo la música: Aja, es que hay una incidencia en su zona, están reiniciando el nodo en Móstoles, tardará unas horas en poder acceder a Internet.
Yop: ¿Móstoles?, ¿quiere decirme que mi nodo de acceso está en Móstoles?.
Teleoperador Aja: ¿De dónde llama?
Yop: De Zaragoza.
Teleoperador Aja: Ahhh, perdone, me he equivocado, Aja, la incidencia está en su barrio, en la zona de San Blas.
Yop: Oiga, ni San Blas ni San Epi, que ese barrio no es de mi ciudad (Ya poniendo tono de asesino en serie).
Teleoperador Aja: Aja, ¿de dónde llama?.
Yop: De Za ra go za (Uno se esfuerza en vocalizar con claridad, Zaragoza y Móstoles se parecen mucho fonéticamente, tan parecidos como patata y autobús).
Teleoperador Aja: No me consta ninguna incidencia en su zona. Hagamos unas comprobaciones técnicas. ¿Qué modelo de Módem tiene instalado?
Yop: Un módem Scientific Atlanta conectado por red.
Teleoperador Aja: Lo siento señor, no ofrecemos servicio técnico a módems instalados por particulares.
Yop: Pero si el módem es de ustedes, me lo instalaron ustedes hace un mes.
Teleoperador Aja: Déjeme comprobarlo. Aja. es cierto, lo siento. ¿Tiene las cinco luces encendidas?.
Yop: Pues los chinos lo han fabricado con una luz menos, porque el mío tiene 4 y todas apagadas (Comienzo a utilizar la ironía para evitar lanzarle 4 gritos).
Teleoperador Aja: Aja, ¿qué modelo de Módem tiene?
Yop: Oiga, si sigue preguntándome lo mismo, en Navidad seguiremos igual.
Teleoperador Aja: Perdone, hay que seguir el protocolo. Aja, ¿cuántas luces hay conectadas?
Yop: Ninguna, ninguna, no hay ninguna luz conectada, las 4 luces están apagadas.
Teleoperador Aja: Aja, eso será que no lo ha conectado a la red eléctrica. Compruébelo por favor.
Yop: Lleva conectado desde el día que lo instalaron, si llamo es porque no funciona, no porque no esté enchufado.
Teleoperador Aja: Aja, compruébelo por favor, hay que descartar esa posibilidad.
Yop: Está conectado.
Teleoperador Aja: Aja, ¿cuánta luces hay encendidas?
Yop: Nin gu na, no hay nin gu na, están todas apagadasss...
Teleoperador Aja: Aja, eso será una incidencia de su zona.
Yop: ¿Pero no me acaba de decir que no hay ninguna incidencia?.
Teleoperador Aja: Aja, Espere un momento que lo compruebo. Efectivamente, no hay ninguna incidencia. Vamos a hacer una comprobación, desenchufe y vuelva a encender el módem.
Yop: No funciona, el módem no fun cio na, no fun cio na.
Teleoperador Aja: Aja, eso es lo que pretendemos comprobar señor.
Yop: No se enciende ninguna luz, está muerto, se lo prometo.
Teleoperador Aja: Es raro, en los Motorola se debe encender al menos la luz de power.
Yop: Diosss mío, no es un Motorola, es un Scientific Atlantaaaa...
Teleoperador Aja: Aja, creo que será problema de la conexión USB.
Yop: ¿No será una broma telefónica de Cadena 100?, esto ya es un cachondeo, ¿me entiende cuándo hablo?.
Teleoperador Aja: Respete mi trabajo señor, estoy siguiendo el protocolo.
Yop: Se lo resumo, módem Scientific Atlanta conectado por red, ninguna luz encendida, conectado a la red eléctrica, pero sin acceso a Internet.
Teleoperador Aja: Aja, pero señor, esos datos ya me lo ha dado, así no avanzamos.
Yop: Por favorrrr, ¿no me puede pasar con un técnico?.
Teleoperador Aja: El diagnóstico de su avería conlleva tener que abrir una incidencia, posteriormente el técnico se pondrá en contacto con usted en un plazo de 24 horas.
Yop: Haga lo que quiera, pero arréglenlo, tengo que enviar unos mails que tienen que llegar esta noche.
Teleoperador Aja: Aja, no se preocupe, en la zona de Móstoles tenemos servicio de guardia 24 horas.
Yop: ¿Móstoles?, ¿Móstoles?. ¿Es usted de la concejalía de turismo del Ayuntamiento de Móstoles?.
Teleoperador Aja: Señor, noto cierto tono irónico en su comentario.
Yop: Ya le he comentado que no soy de Móstoles, que llamo de Za ra go za.
Teleoperador Aja: Aja, cierto, además tengo un primo viviendo allá.
Yop: Por favor, ábrame la incidencia (Mientras pienso…, ¿tiene un primo?, qué horror, esta especie se reproduce).
Teleoperador Aja: Aja, ¿cuál es el motivo de la avería?.
Yop: Joerrr (He censurado el taco por si hay niños leyendo), que no me puedo conectar a Internet, el módem está muerto, no responde.
Teleoperador Aja: Aja, eso es lo que iba a poner. Se encendía una sola luz, ¿verdad?.
Yop: Noooooooo, no se enciende ningunaaaa, está KO, muerto, no funciona, estropeado, roto, listo para ser reciclado.
Teleoperador Aja: Aja, eso va a ser una avería del módem.
Yop: Se lo llevo diciendo 10 minutos, el módem no funciona.
Teleoperador Aja: Aja, pero hay que seguir el protocolo, sino nos quitan puntos de cara a la valoración de la ISO.
Yop: Si quiere le envío los puntos de la tarjeta Travel, pero ábrame la incidencia.
Teleoperador Aja: Es usted muy simpático. Aja, ahora se la abro. ¿La dirección del domicilio es la que figura en la ficha?.
Yop: ¿Qué dirección tiene?.
Teleoperador Aja: Aja, veamos, calle xxxxxxxxxxxxxxxxxx xx, de Móstoles.
Yop: No por Diosssssssssssss no, no no, Za ra go za, joerr, Za ra go za, río Ebro, Virgen del Pilar, ¿le suena?. Como me vuelva a decir lo de Móstoles le cuelgo.
Teleoperador Aja: Aja, perdone señor, pero, ¿usted no se llama Manuel xxxxxxx xxxxx?.
Yop: Noooooooo, no soy eseeeeeee, a ese seguro que le funciona Internet.
Teleoperador Aja: Aja, pues resulta que he abierto mal la ficha, no es la de usted, así que no podemos proceder a notificar la incidencia. Tendremos que comenzar de nuevo, ¿me puede decir el DNI del titular y el motivo de su llamada?.
Yop: A tomar por saco, le cuelgo y vuelvo a llamar, que me atienda otra persona que haya superado la prueba del coeficiente intelectual. Gracias. Adiós.
Niños y niñas, papás y mamás, abuelos y abuelas..., mucho cuidado si os encontráis con el Teleoperador Aja. De repente sentiréis unas ganas enormes de estar en Altamira pintando las paredes. Este tipo es un tropezón en la evolución de la sociedad de la información. Uff, espero que nunca se teleoperador en el 112, no quiero ni imaginármelo. Trabajando en Teletienda, seguro que le pides la Almohada Armando, la mejor para estar descansando y te manda el Vibrador Isidoro, el más ergonómico para tu tesoro. Desde que hablé con él no soy el mismo, cojo el teléfono y marco el número del operador temblando, tengo miedo de que al otro lado me responda él él..., uff, ni me atrevo a volver a pronunciar su nombre. Ahhh, por cierto, desde aquí un cordial saludo a Manuel de Móstoles...
P.D.: No insistáis, no voy a decir la compañía de internet en la que trabaja Aja, no os pienso echar un CABLE. Umm, ¿lo digo O NO lo digo?. Mejor no, dejémoslo en el anonimato, no sea que me suban la cuota.